martes, 10 de noviembre de 2015

¿Te imaginas visitando un museo con niños?

Eso que en tu mente es una pesadilla, puede ser una verdadera oportunidad de aprender y divertirse con los más pequeños. 



LOS NIÑOS COMO PROTAGONISTAS
Sabemos que puede resultar difícil conseguir que los niños no se aburran ni pierdan el interés en algo que queremos enseñar, esto puede ser porque no estamos encontrando la mejor forma de integrándolo.

Es bueno que conversen. Trata de relacionar las obras que visiten con alguna situación que el niño reconozca, un ejemplo que le sea familiar. Pídele que te cuente qué colores son sus preferidos y reflexionen qué quiso expresar un artista con sus pinturas. Por supuesto que un dinosaurio en un museo es una mejor atracción que una escultura abstracta, al menos a simple vista, pero puedes contar alguna historia entretenida que se relacione con la obra para captar la atención de tu hijo.


HABLA
Habla con tu hijo, lo que para nosotros puede resultar obvio para ellos puede ser de lo más incomprensible. Apoya su interés y acompáñalo en el descubrimiento del arte y la cultura.



CUANTO TIEMPO DEBE DURAR
Aconsejamos que la visita no dure más de una hora , para que los pequeños nos e aburran, si la visita requiere más tiempo podemos tomarnos un pequeño "recreo" o "tentempié"


PLANIFICA TU VISITA
Si queremos aprovechar nuestro tiempo en el museo y sobre todo estar al loro de imprevistos que puedan surgir (cambios de horario, fiestas, actividades programadas...) así podrás aprovechar todo el potencial de la visita.


PARA QUE NO SE ABURRAN
  • Siendo tú el que los siga a ellos. Averigua dónde hay cosas que puedan interesarles y coménteselos entusiasmado.
  • Pregúntales qué les parece todo, qué opinan, compara tus gustos con los de ellos, cuéntense historias, relaciona los hechos históricos o sociales con lo que vieron en la escuela, o con casos de su propia vida. Hasta las series de dibujos animados te servirán para relacionar tus comentarios.
  • Observa las obras expuestas de diversos ángulos, cerca, lejos e incluso desde el piso. Que tus hijos te imiten. Les resultará divertido y terminarán aprendiendo.
  • Incentiva su creatividad. Lleva al museo un block de hojas en blanco y unos crayones, lápices o lo que se te ocurra. Juega con ellos a tratar de dibujar y pintar las obras en exposición. Esto les fascinará.

Eres el principal maestro de tu hijo, dando el ejemplo te imitarán en la correcta forma de comportarse. En áreas destinadas al esparcimiento de los pequeños, deja bien limpio y ordenado el lugar antes de retirarte. Incluso pueden ayudarte tus hijos, sería óptimo. No lleven comida ni bebidas durante las visitas guiadas.



Con estos consejos seguramente aprovecharás al máximo la salida y te divertirás de una forma original en el museo.

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